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Salud
EL ALZHEIMER
Sobre la enfermedad de Alzheimer - 3ª parte
Fuente: Alzheimer Society of Canada
¿Cómo saben los médicos si una persona padece la enfermedad? (continuación)
Pruebas y consulta
l médico examinará a la persona y le mandará hacer muchas pruebas. Estas incluirán desde Rayos X hasta análisis de sangre. El médico le hará recordar y dar nombre a algunas palabras, le realizará pruebas de lectura y escritura e incluso de matemáticas. Si el médico no está seguro después de todas estas pruebas, enviará a la persona a uno o más especialistas. El especialista puede ser un psiquiatra, un neurólogo, un geriatra o un psicólogo.
Después de revisar toda la información recogida, el médico decidirá si se puede decir que la persona examinada padece la Enfermedad de Alzheimer.
¿Qué efectos provoca?
La Enfermedad de Alzheimer con el tiempo afecta a todos los aspectos de la vida de la persona: cómo piensa, siente y actúa. Cada individuo será diferente. Es difícil predecir cuáles son los síntomas que tendrá, el orden en el que aparecerán, o la velocidad de su progresión. Los siguientes son algunos de los cambios que normalmente padece un enfermo de Alzheimer:
Cambios en habilidades mentales
La Enfermedad de Alzheimer afecta a la habilidad de una persona para entender, pensar, recordar y comunicar. En un primer momento no se reconocerán los pequeños cambios. Se dará cuenta gradualmente que la persona es incapaz de aprender nuevas cosas o de tomar decisiones. Olvidará cómo se realizan tareas sencillas que ha estado haciendo durante años. Tendrá dificultad para recordar el nombre de las personas, dónde está o cuál era su profesión.
Tendrá dificultad en entender lo que se está diciendo. Sin embargo, continuará recordando eventos pasados con bastante claridad. Con el tiempo las dificultades irán en aumento y se olvidará el pasado. Recuerde que todavía puede oír, responder a emociones y ser sensible al tacto.
Cambios emocionales y en el estado de ánimo
Una persona con la Enfermedad de Alzheimer suele ser poco expresiva, con pena y algo retraída. Pierden su habilidad para controlar su estado de ánimo y sus emociones. Esto puede variar, cambiar muy rápido y hacer difícil su pronóstico.
En ocasiones estará triste, enfadado, se reirá en exceso o se preocupará desmesuradamente por algún detalle insignificante. Igualmente se mostrará en algunos momentos receloso de alguna de las personas que le rodean. Parecerá que toda su personalidad ha sufrido un cambio. Con el paso del tiempo dejará de mostrar reacción alguna ante las personas que le rodean o ante su entorno.
Cambios en la conducta
Los cambios en las capacidades mentales y el estado de ánimo provocarán cambios de conducta. Los tipos de comportamiento cambian en plazos de tiempo diferentes según cada persona. Cualquier conducta estará influida por las capacidades físicas individuales. Estos cambios en el comportamiento se refieren a acciones repetitivas, esconder objetos, búsqueda constante de algo o alguien, desnudarse, trastornos del sueño, discutir o conductas sexuales inapropiadas. Es importante tener en cuenta que estos cambios de conducta no son intencionados. Son causados por la enfermedad.
Cambios en la capacidad física
Los cambios que se producen en el cerebro de una persona con la enfermedad de Alzheimer afectan también al estado físico de las personas. Se observarán cambios en la manera de moverse de las personas y en su coordinación. Con el paso del tiempo tendrá mayores dificultades a la hora de comer, vestirse o asearse. El control urinario o vocal se irá perdiendo paulatinamente. Cada vez será más incapaz de moverse y de cuidar de sí mismo.
El tipo de cambio y la velocidad en que la enfermedad progresa es diferente en cada persona. No es posible saber por cuánto tiempo una persona será capaz de seguirse vistiendo o cuando, si llegara el caso, tendrá que ser internada en una residencia. En algunas personas la enfermedad avanza rápidamente mientras que otras pueden seguir durante años llevando una vida relativamente normal.
Hay ayuda
Cada vez es mayor la información disponible sobre las necesidades de una persona con Alzheimer. El aprendizaje continúa día a día, y las familias y cuidadores profesionales cada vez entienden mejor la enfermedad y sus efectos.
En el capítulo II se ofrecen algunos consejos sobre cómo cuidar de una persona con la Enfermedad de Alzheimer. En el Capítulo III, encontrará consejos sobre cómo cuidarse a sí mismo. No hay duda de que cuidar de una persona con la Enfermedad de Alzheimer es difícil y puede resultar frustrante. Su situación puede mejorar si dispone de información y apoyo. Su organización local de la Sociedad de Alzheimer puede ayudarle. Llámeles. No estará solo.